Me amo y me acepto tal y como soy Si existe una afirmación a la que le tenga que estar enormemente agradecido, esa es "Me amo y me acepto tal y como soy". Estas palabras fueron las responsables de la mayor transformación que experimenté en mi vida; y también son las causantes de la vida tan maravillosa y plena que tengo hoy día. Hace ya alrededor de 20 años que el libro de Louise Hay - Usted puede sanar su vida - llegó (y digo llegó porque ni siquiera lo había comprado yo) a mis manos. Al principio me resistía un poco a los pensamientos, revolucionarios para mí, que contenía este libro. Pero me dije "¿acaso tengo algo que perder?". De todos modos, si los pensamientos no tenían ningún efecto sobre mi vida, lo mismo daba continuar con los que ya tenía o comenzar a cambiarlos por otros nuevos. Y si realmente funcionaba, los beneficios que prometía la lectura eran extraordinarios. Yo era muy joven, un joven tímido e inseguro, pendiente siempre de la aprobació
Para desarrollar las capacidades elementales de la laringe creadora, podemos mantralizar la letra ‘E’ alargándola (eeeeeeeeee) y sosteniéndola, imaginando, al mismo tiempo, que gira el chakra laríngeo de izquierda a derecha. Esta práctica se puede realizar diariamente durante veinte minutos.
¡Sonríe! “Sonríe, es terapia gratuita” – Doug Horton He aprendido que si cuando me siento bajo pongo una sonrisa, mi espíritu automáticamente se eleva. El cuerpo sabe que una sonrisa es sinónimo de felicidad. Saberlo no hace que siempre tenga ganas de hacerlo. Muchas veces, me he negado en redondo a levantarme el ánimo. ¿No es curioso como a veces el ego positivamente disfruta sintiéndose miserable? Explorar lo que sacamos de nuestros estados de ánimo malos puede ser revelador. “Puede darse por hecho que cuando un hombre habla de sus desgracias es que hay algo en ellas que no le disgusta porque cuando no hay nada más que miseria pura y dura, tampoco hay ningún interés en recurrir a mencionarla. — Samuel Johnson -- Como te imaginarás, desde ese día, lo primero que hago después de desperezarme por la mañana, es sonreír. Y seguir sonriendo. Porque aunque no tengo dudas sobre lo que sostienen los taoístas, cuando sonrío, el mundo me parece un lugar infinitamente más hermoso. Solo por es
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